jueves, 27 de diciembre de 2018

ESCRIBIR POSTALES







Escribir postales cada navidad

para mantener intacta la infancia;

escribir para que no haya distancia.

Escribir, luchar contra la oscuridad.

 

Meter papel en sobre a otra ciudad,

sellarlo, ir a un buzón sin importancia

(la escritura es vieja, va en ambulancia)

y dejar que el resto lo haga la amistad.

 

Coincidir con los ojos del cartero

en que un verso todavía es un verso;

soñar rimas volar antes de enero;

 

imaginarte leyendo el reverso

de este dibujo un día de aguacero.

Escribir para estar viva en navidad.

CruzadoC


lunes, 15 de octubre de 2018

SON MIS AMIGAS

Elena  llamó, como todos los viernes,
para tomar un gin tonic":¿vienes?
las dos solas,
los niños a la piscina de bolas".
La libertad se acabó,
pero la amistad no.
 
El destino no nos separará.
 
Yo estoy ordenando la casa
mientras mis hijos meriendan pasta.
En Cantabria empieza a anochecer
alrededor del mar.
Mi marido llega del trabajo
y me da un abrazo.
La vida pasa como todo lo demás.
 
Son mis amigas,
un tesoro;
son mis amigas,
por encima de todo.
 
Mary me contó
que su padre sigue malo,
después de un rato de mensajes
sonrió:
para esos están los baches,
para saltarlos.
 
Merche fue a vivir a Barcelona,
pero no se salta ni una coma,
está afiliada al ryaner
con destino Santander.
 
Hijos y maridos,
cuarenta cumplidos,
pero son mis amigas,
un tesoro
que tengo escondido en mi fondo;
son mis amigas,
por encima de todo.
 
CruzadoC

jueves, 4 de octubre de 2018

MADRE

 
Mi madre era maestra,
pero siempre ha creído
que los profesores eran los demás;
mi madre era maestra,
pero nunca abandonó el mito
de que a nadie le pesó callar.
 
Cuando niño a su diestra
me tapaba los oídos
para que no oyera gritos;
siendo pequeño
( y el tiempo ha pasado en un pestañeo)
me cogía en brazos
para hacerme alto,
haya donde los haya,
frente al mágico horizonte
de Sierra Mágina.
 
Después me hice mayor,
han transcurrido los años,
pero para estar a su altura
sigo teniendo que caminar a su lado.
Dice que se le olvidan las cosas
mientras dice "te quiero más que a las derrotas",
puede que sea yo-veo-
el que se ha olvidado
 decirle cuanto la amo.
 
CruzadoC

EL NACIMIENTO DE LA PRIMAVERA

Hace dos años cuando me marché de Florencia supe que volvería pronto y supe también  con quien volvería. Había alguien que se moría por conocerla y yo me moría por enseñársela. Este año mi madre cumplió 60  y yo 40, este era nuestro viaje y por primera vez en  mucho  tiempo los papeles se invirtieron y pude hacer de maestra.
 
Nuestro viaje comenzaba en Santander con vuelo directo a Roma a través de Ryaner y desde allí un tren de alta velocidad( compañía Italo, si alguien va  a viajar a Italia no he conocido un país donde  las líneas ferroviarias funcionen mejor ) que nos dejaba en  Santa María  de Novella a las nueve de la noche: hora perfecta par tomar contacto con la capital de la Toscana  bebiendo una cerveza artesanal y tomando unos embutidos con vistas a Santa María del Fiore
 
PRIMERA NOCHE



                                                 
PRIMER DÍA
 
A la mañana siguiente me sorprendió la visita templada desde la ventana de nuestro hotel ( NH de Piazza Vittorio Veneto, súper recomendable) , que pronosticaba un día maravilloso como así fue.
 
 
 
 
Caminando a ras del Río Arno  llegamos al puente de la Trinitá, desde el que a su vez  se tiene la mejor vista del famoso puente Vecchio o puente de los joyeros, así llamado porque el rey Ferdinando I, harto del olor que desprendían las carnicerías allí instaladas, ordenó que las ventanillas se entregaran exclusivamente  a carniceros y orfebres.
 
 



A mano izquierda directas a nuestra visita concertada a la galería de los Ufizzi. Mis obras favoritas:
Virgen con niño  de Filippo Lippi   





La famosísima Venus de Botticelli 
 


 

 

La Anunciacíón de Leonardo Da Vincci


 
Después de comer en Panne de Oro, una tratoria muy cerca del mercado de San Lorenzo, pasamos la tarde entre sus puestos callejeros, así como en el Mercado Nuevo o Mercado de la Paja. Paseos por la Piazza de la Signora y una infusión en el Café Pitti.
 
Por la noche subida hasta la Piazza de Miguelangelo, desde donde se tienen las mejores vistas panorámicas de la ciudad con sus cúpulas. Si conseguís llegar a ella probablemente disfrutéis de uno de los atardeceres más bonitos de vuestras vidas.
 
Cena en el conocido restaurante " Bocadama", en plena Piazza de Croce y con vitas a la maravillosa Basílica del mismo nombre. Otro restaurante totalmente recomendable, la mejor lasaña de mi vida.
 
SEGUNDO DÍA
 
El segundo día decidimos adentrarnos en la Florencia menos turística  y llegamos hasta Campo di Ciampi. Visitamos con tranquilidad el Duomo, las estatuas de la plaza de la Señora y el carrusel y puestos de pinturas de la Piazza de la Republica y detrás de esta encontramos otra tratoria para morirse, apuntad: Mastrociliegia, en una encantadora plaza alejada del bullicio.









Por la tarde rumbo a la Galería de la Academia( tanto par esta como para los Ufizzi casi  obligatorio sacar las entradas desde España por internet porque las colas son interminables). Allí nos esperaba el "Rapto de las Sabinas" y el imponente "David" de Miguel Ángel, que me quedé sin ver la última vez. Sin palabras.

Antes de irnos pasamos por el jabalí del Mercado Nuevo para acariciar su figura y asegurarnos, como cuenta la tradición, el retorno a esta ciudad donde del Renacimiento  quedó vivo para siempre

 
 
TERCER DÍA:
 
Nos quedaba la mañana del lunes y, como nuestro tren llegaba a Roma horas antes de que saliera nuestro avión, maletas en mano, cogimos un taxi a los  lugares más emblemáticos de Roma, como la Piazza Navona, mi preferida.

Y, tras ver el Foro Romano y el Coliseo por fuera, nos dirigimos al aeropuerto para poner fin al que será, sin duda, uno de los recuerdos más bonito de nuestras vidas. Como siempre: GRAZIE MILLE, ITALIA. Hasta pronto.

                                                                   CruzadoC

lunes, 30 de julio de 2018

LONDRES

 
Hace ya más de dos semanas que regresamos de Londres, pero, como siempre, me gusta contar mi experiencia de viaje en un blog que, más allá de servir o no a alguien, es como mi diario personal. El viaje era un regalo que tenía  muchas ganas de hacer a una de mis personas favoritas y, aunque tuvimos que sufrir los retrasos de ryaner, al final todo salió bien y pasamos un fin de semana largo en la ciudad de "The Crown", la última serie de la que me he enamorado y que me dio la idea de volver a Londres, una vieja conocida a la que visito más o menos cada tres o cuatro años.
 
PRIMER DÍA   
 
Como viajeros que nunca dejaremos de ser por mucho que sea la cuarta, quinta os sexta vez que visitamos la misma ciudad, el viernes por la mañana animados por la ola de calor que adornó Londres esos días nos fuimos a visitar el Parlamento, el Big Ben, la abadía Westminster y  Buckingham Palace. Los primeros estaban en obras, así que no los pudimos gozar como merecían, pero no importó porque muy cerca descubrí una estatua que en mis anteriores viajes había pasado desapercibida: la de Wiston Churchill. Antes de viajar estuve leyendo mucho sobre este personaje cuya oratoria mantuvo el ánimo de los ingleses en los duros momentos de la Segunda Guerra Mundial. "No nos rendiremos jamás. Hitler sabe que tendrá que rompernos en esta isla o perder la guerra-decía-. Si somos capaces de enfrentarnos a él, toda Europa será liberada y la vida del mundo avanzará hacia las tierras altas, extensas e iluminadas por el sol. Pero si fallamos el mundo entero se hundirá en el abismo. Si el Imperio Británico y su Commonwealth perduran por mil años, los hombres seguirán diciendo: Ésa fue su mejor hora"
 
 




 
A mediodía rumbo a Covent Garden donde sus puestecitos y sus terrazas invitaban a ser feliz simplemente con una cerveza en la mano.
 
Después de comer y de algunas compras en Carnaby Street, tres caprichos: el bar Italia, Baker Street donde se encuentra la casa de mi querido Sherlock Holmes y Abey Road, el famoso paso de cebra de la portada de los Beatles. Yo no había pisado ninguno de estos tres sitios en mis anteriores veces en Londres, lo que demuestra lo distintos que pueden ser los mismos viajes.


 Y al atardecer un paseo por Tower Bridge, que se encontraba muy cerca de nuestro hotel , antes de cenar.

SEGUNDO DÍA
Empezar un sábado haciendo yoga en un rascacielos con vistas a toda la city, en compañía de alguien que se preocupó de adaptarse a mis gustos y un desayuno detox fue una experiencia que no se me va a olvidar nunca nunca.
 



Notight Hill y Portobello Road nos esperaban. Mi barrio favorito de la ciudad y el mejor mercadillo del mundo que  yo he conocido( con el permiso de El Gran Bazar de Estambul). No exagero si digo que, desde la última vez que lo pisé, me moría de ganas por volver a perderme entre sus preciosas y coloridas calles. En él, al final de todo y por casualidad, en una tiendita turca encontré una maravilla de telas, que ni iba buscando, ni se me pasó por la imaginación que pudiera haber en Portobello. Pero así son los viajes. Otro tesoro.

 
Por la tarde teníamos entradas para ver a Noel Gallagher en Greenwich Village, otra zona que tampoco conocía. Mi primera sorpresa al bajar del metro es que me encontré con un barrio parecido a un pueblo marítimo, la segunda ver el Cutty Sark atracado allí como si nada y la última el maravilloso entorno que rodeaba el festival: el museo naval. El día 7 de julio había sido un éxito: misión cumplida. All you need is love.



 

 
TERCER Y ÚLTIMO DÍA
Despedida. Nos deleitamos en el desayuno y en las vistas desde la terraza del hotel. Pero todavía nos quedaba una mañana y la aprovechamos para pasear tranquilos por Regent Street.


 Hasta dentro unos años, London. Volveremos

CruzadoC

viernes, 25 de mayo de 2018

40 Y FABULOSAS

 
 
Tenía guardado en la recámara este viaje a Lanzarote que hicimos las cuatro amigas de la infancia para celebrar los casi treinta años de amistad y el cuarenta  cumpleaños de esas que nacieron en el año de la Constitución. Por otros cuarenta más, amigas:  
 
 
 
 
 



 
Cuarenta más de las que merecemos
han sido las veces que regalado
nos ha venido otro año sujetado
por tantos días desde los extremos
 
en los que la amistad daba los remos
para avanzar de un lado al otro lado
cuando el mar cantábrico estaba helado
y marcaban cero nuestros  baremos.
 
Cuarenta años el mismo año, un cumplido
que nos hizo, cuando nos encontramos,
la infancia de uniforme repetido.
 
Y cuarenta años para las que amamos
no son nada, no hay tiempo perdido.
Cumplimos juntas los siguientes tramos

CruzadoC
 
 
 
CruzadoC