lunes, 28 de marzo de 2016

ANTONIO MUÑOZ MOLINA


Siguiendo con mi afición literaria hoy quiero hablar de uno de los mejores autores del panorama español actual y de su último libro que, pese a la falta de tiempo, he devorado en una semana, "Como la Sombra que se va", de Antonio Múñoz Molina.
 
Se trata de dos historias,  la de la huida del asesino de Martin Luther King, James Earl Ray en 1968 haciendo hincapié en su escala de diez días en Lisboa; y la del propio Muñoz Molina unos años después, en 1987 cuando era un funcionario del Ayuntamiento de Granada  que por las tardes escribía como un autor anónimo, como un escritor que todavía no se consideraba tal, la novela "Invierno en Lisboa", que le catapultaría  a la fama  permitiéndole abandonar finalmente su vida anterior. Por razones personales me he identificado con este honesto  Muñoz Molina del año 87  desde la primera página y he descubierto la otra cara, la cara íntima, de un escritor que ya antes admiraba. Alguien que leyó la obra antes que yo me dijo : " Léela, es su historia, es la historia de Muñoz Molina". Y así es. "Como la sombra que se va" es su historia personal.
 
Para ilustrar las frases que más me han gustado rescato esta foto de una conferencia a la que asistí en Santander cuando aún no había recibido el Príncipe de Asturias  ni había dado ese maravilloso discurso sobre el oficio de escribir, que ha desarrollado en "Como la sombra que se va" cuando habla de como se gesta una novela.
 

.
 
Y aquí va mi selección de fragmentos :
 
-"Fui por primera vez a Lisboa a principios de enero de 1987 porque estaba escribiendo una novela  que en parte sucedía allí. Yo no me daba cuenta de lo joven que era. Pensaba que no era joven y que mi vida ya estaba hecha y nada podría cambiar mucho en el porvenir: treinta años..."
 
-"Una gran parte de lo que hacía me era ajeno...era funcionario, porque no había encontrado otra forma de ganarme la vida, pero también, o en realidad,  era escritor, aunque no se me ocurría usar con naturalidad la palabra...me podía instalar tan completamente en cualquiera de mis vidas que las otras se me desdibujaban sin dificultad...la tensión secreta de el impostor..."
 
-"Era un padre de familia y un adolescente retardado, un aprendiz de novelista, y un funcionario, un infiltrado....emboscado como un espía tras mi identidad visible de funcionario, de hombre casado, y casado por la Iglesia, padre de dos hijos, un infiltrado  de los bajos fondos en el Ayuntamiento o del Ayuntamiento en los bajos fondos" "
 
-"Tenía esa convicción enfermiza de que la vida verdadera  estaba en alguna otra parte
no tenía imaginación prospectiva, no era capaz de vislumbrar la amplitud y la duración del porvenir"
 
-" Me faltaba coraje para entregarme de verdad al arrebato de la vida"·
 
-"Escribir es una tarea de frontera. Es ir avanzando de lo que no se sabe a lo que se sabe...las ideas previas no son más que el punto de partida"
 
-"Una novela es un estado de espíritu, un interior cálido en el que uno se refugia mientras la escribe...Una novela se  escribe para confesarse y para esconderse...El estado de espíritu nace con la novela y se extingue con ella. Es una casa que uno siente como suya, pero en la que nunca volverá a vivir"
 
-"Cada día uno se sienta a escribir queriendo que se reavive el fuego de la invención. Cada día teme que ese trance no suceda y las distracciones cotidianas y la prisa y la simple y mezquina pereza y la costumbre del desánimo y el veneno de la inseguridad hayan malogrado el estado de espíritu. Porque la novela es un ascua que ha de seguir brillando... un tizón que uno ha de llevar consigo  mientras cruza por todo lo que no es el acto de escribir; mientras acude a una oficina y pasa en ella siete horas, mientras toma café con compañeros de trabajo,  mientras ayuda a hacer la comida y a recoger la  mesa, mientras lleva a la escuela a sus hijos.....Cuantos más días pasan más crece el miedo a perderla...Hay un remordimiento de todas las páginas que se han dejado de escribir , una contabilidad negativa de las palabras que habrían existido si en vez de haber llevado a un hijo al pediatra uno se hubiera quedado trabajando"
 
-"Ni un sólo día de mi vida me he sentado a escribir sin una sensación abrumadora de imposibilidad y desánimo"
 
- "Muy poco a poco, en otra vida futura, me fui dando cuenta de que la belleza, la simetría , la armonía , son propiedades o consecuencias espontáneas de los procesos naturales, que existen sin necesidad de una inteligencia que las vaya organizando"
 
- " El porvenir inmediato es un país desconocido"
 
-"Vivir en muchas ciudades y amar en todas ellas a la misma mujer"
 
-"Hay un instinto que le guía a uno a través del azar para que encuentre las cosas que más van a gustarle"
 
- "Éste es mi hijo amado..,es lo que piensa uno el primer día que va a buscar a su hijo a la escuela y lo ve por primera vez mezclado con otros niños...un niño más que sin embargo es el suyo"
 
- " Cuando uno se recuerda a sí mismo de joven lo que recuerda es la imagen de sí mismo que tenía entonces. Por eso, cuando ve a un joven le da la impresión de que es más infantil "
 
- " La mayor diferencia entre padres e hijos es que los padres pertenecen a un mundo  que los hijos no saben imaginar porque es el que existía  antes de que ellos nacieran. "
 
- " No era que hubiera recobrado la esperanza, era que no tenía necesidad de sentirla..."
 
- " Este es el oficio más austero y más barato del mundo: no se necesita más que lápiz y papel"
 
-" Aunque no escribas estás escribiendo"

jueves, 10 de marzo de 2016

LA BELLA DI ROMA


Aunque hace ya casi dos meses que estuvimos en Roma, no había dejado mi huella en el blog este viaje, que espero no tardar mucho en repetir. Quien tiene un amigo tiene un tesoro y, aunque es verdad que no se puede tener todo en la vida, también lo es que en la vida de cada uno hay parcelas en las que se es más o menos afortunado que en otras. La mía es la amistad. Conocí a la tejedora, Elo, en el colegio y ya no dejamos de estar conectadas nunca. La recuerdo incluso poniéndose colorada ante textos larguísimos que en voz alta nos obligaban a repetir cuando aprendíamos a leer en el colegio y ella me recuerda a mí castigada de cara a la pared por charlotear en clase. Si a eso le sumamos nuestra mutua confianza para mandarnos a paseo la una a la otra cuando nos saturamos( "kiki, ten piedad", me suele decir ella tarareando esa canción de misa) un viaje juntas era a todas luces una buena idea.

Elo es historiadora y esta era mi tercera vez en Roma, así resultó como llevar una guía para mí sola del brazo. Tenía que ser Roma eterna, y no otra ciudad, nuestro destino porque las dos recordábamos perfectamente las clases de historia del arte en COU y porque hacía ya muchos años que no pisábamos sus calles empedradas, ni divisábamos sus colinas, sus monumentos, sus fuentes cristalinas, como dice la canción.

Llegamos en un ryaner directas desde Santander un domingo por la noche y tras dos autobuses llegamos al hotel Villa Glori, una especie de villa restaurada en una zona a dos paradas de tranvía de la plaza de populo donde nos sentimos como reinas.
Estábamos reventadas y nos dormimos tan profundamente que al día siguiente casi nos perdemos el suculento desayuno, nada que un plumífero encima del pijama no pudiera solucionar. A este episodio lo titulamos "desayuno en pijama mejor que con diamantes".

PRIMER DÍA

Sólo dos días por delante. Había que aprovechar. Pertrechadas de abrigos, gorro( capítulo llamado "capelo a la fuga" porque el sombrero se me  perdió) recorrimos el camino hasta la plaza del populo y allí toda la vía del corso saboreando cada tienda que llamaba nuestra atención. Y no sólo a los escaparates de firmas italianas se nos iban los ojos. Muy céntrica colocada nos encontramos con una chica al frente de un puesto ambulante de acuarelas de motivos romanos pintadas por sus propias manos, a la que no pudimos evitar comprarle una estampa del Coliseo.


Por algún lateral llegamos a la Fontana de Trevi como primera parada. 20 años son verla, no sé si salía más luz de la fuente o del esmalte de nuestros dientes. Uno de esos momentos que pasaran casi seguro en la película de nuestra vida."
                                                                   
 
 A su lado había una vieja librería con motivos romanos, entre algunas de las cosas que me gusta comprar en cada viaje se encuentran las postales antiguas de las ciudades que después uso para decorar rincones de mi casa, en este lugar había multitud de reproducciones de carteles de películas
 
 
Después rumbo al Panteón de Agripa, que en mi viaje anterior no había tenido ocasión de conocer por dentro y que ahora mi amiga me mostraba como un mapa abierto.

En la búsqueda de un lugar para comer topamos de narices con la Piazza Navona y sus Fuente de Neptuno. El hambre apremiaba, así que por las calles de atrás comimos una soñada pizza y bebimos un café delicioso en una cafetería con tanto encanto que me hubiera quedado allí comiendo muffins de chocolate puro hasta la noche.


Cotilleamos por las tiendas vintage de la via "Governo Vecchio" y las fotos en Navonna las dejamos para la tarde.



Desde allí, pasando por el río  y dejando  a un lado el castillo  de San´t Angelo...
 

 
llegamos al Trastevere para empezar con los vinos en un precioso bar dela plaza San Calixto. Por supuesto de vuelta al hotel nos perdimos entre números de autobuses equivocados, estaciones marginales, chapurreos de italianos, dolor de pies, "kiki, ten piedad" y miles de anécdotas que ya quedan enlatadas en nuestra mente. 
 
 
SEGUNDO DÍA

Operación "desayuno en pijama mejor que con diamantes" repetida, tranvía gratis, metro, café en mano y rumbo al imponente Vaticano al que todavía no le habían quitado el belén de Navidad-19 de enero-con el consiguiente carcajeo "estos italianos son más desastrosos que nosotros mismos",  museo de la vespa para traer un recuerdo prometido, el Coliseo grandioso y la larga cola para meter la mano y sacar solo un muñón por culpa de una mentira( risas y risas) en la bocca della veritá, su iglesia tan poco visitada, Santa Mª in Cosmedin, otro autobús y un gran plato de pasta al pesto constituyeron la mañana.






La última tarde comenzó con un café junto a la Piazza de España, en obras, pero igual de  preciosa, y la admiración de escaparates de tiendas de lujo que no por caras achantaron nuestros deseos de mirar y hasta de tocar.



 
Desde allí intentamos ir a conocer el Ara Pacis, pero encontramos que la última visita del día había comenzado hacía 15 minutos. Un motivo para volver. Esas horas que nos quedaban las dedicamos a deambular por nuestra Roma eterna dejando que fuese el destino quien nos guiase . Y terminamos el viaje donde lo empezamos, a los pies de la Fontana di Trevi lanzando una moneda para asegurar nuestro retorno y dejando que nos sacaran una foto con una polaroid al "módico precio" de ocho euros. Nos prometió el "fotógrafo" que en unos 20 minutos se revelaría por completo hasta ver con claridad la Fontana tras nosotras y todavía estamos esperando. Pero hasta ese timo de la estampita constituyó una anécdota de la que seguramente nos seguiremos riendo cuando seamos ancianas.
 
 
El viaje acabó en un restaurante totalmente recomendable desde el que venía gente de otras zonas de Roma y que nosotras teníamos la suerte de tener frente a nuestro  hotel, "Viñola". Allí con unas cervezas, mozarela y no sé que delicias más celebramos la vida y le dijimos " Grazie mile" a una de las ciudades más bonitas del mundo.
 
PD: perdóname, amiga, pero te tenía que sacar en las fotos, peses a tu suplicada discreción