lunes, 28 de noviembre de 2016

SER FELIZ EN ALASKA


 
 
El viernes tuve la ocasión de cumplir otro de esos pequeños sueños que a veces tenemos. Conocer a Rafael Santandreu, el psicólogo catalán autor de " El arte de no amargarse la vida", " Las gafas de la felicidad" y " Ser feliz en Alaska". Sus tres libros han revolucionado el mundo de la psicología clásica para dar paso a una cuidada psicología cognitiva o del pensamiento. Nos contó en una conferencia que dio de pie y ausente de todo formalismo como comenzó su carrera como escritor y psicólogo. Licenciado ya en Psicología trabajaba como traductor para una editorial cuando cayó en sus manos el libro " Dejar de fumar es fácil" que se apoyaba en la inexistencia real del síndrome de abstinencia, que en el 95% de los casos es sólo psicólogo. No sólo Rafael Santandreu dejó de fumar, sino que decidió investigar la posibilidad de aplicar esa ausencia de "Síndrome" a las demás adicciones, incluida la que es una epidemia en nuestros días: la queja
 
 
En su último libro da tres claves para " Ser feliz en el vertedero", para estar bien en cualquier sitio:
 
1) Mirar hacia dentro y comprender que no es lo que nos pasa lo que nos hace infelices, sino  lo que nos decimos a nosotros mismos sobre lo que nos pasa( "esto es malo", "esto es terrible" etc), lo que él llama la "terribilitis", es decir, el terribilizar todo, el hacer  de un pequeño problema una tragedia terrible, cuando en realidad nada es tan terrible.
 
2) Andar ligero de equipaje: en la renuncia está la fortaleza. Aceptar que, en realidad,  necesitamos muy pocas cosas ( materiales y emocionales) para ser felices, tan pocas como tenían nuestros abuelos que eran, en un mundo mucho más austero, mucho más felices. Habló de la "exigilibilis", la barbaridad de las exigencias de la sociedad actual para poder salir a la calle sin que se te caiga la cara de vergüenza ( irónicamente): estudios, un puesto de trabajo, pareja, hijos, una casa estupenda. Una barbarie completamente errónea que debemos encargarnos de desmontar. ¡Que le den a la casa!¡ Qué le den a la sociedad!
 
Y 3)  El disfrute de lo que nos rodea( mi favorita). "Hay una palabra-dijo que debería extirparse del diccionario : despachar . Despachar asuntos es liquidar lo más rápido posible una cosa para poder pasar a la siguiente. Y en liquidar asuntos sin disfrutar de lo que nos traemos entre manos se nos va la vida." Esta es plenamente aplicable a mi carácter
 
Después hubo turno de preguntas y lo que a mí más me interesaba era saber que consejo debemos trasmitir a los hijos. Me dio dos: 1) que prime y se muevan más por  la fuerza del disfrute que por  la fuerza de voluntad porque la fuerza del disfrute es arrasadora y lleva mucho más lejos que la de la voluntad ; y 2) que se acepten plenamente a sí mismos y a los demás.
 
Fue un placer asistir al Ateneo un viernes por la tarde y disfrutar de cada palabra. Gracias, doctor Santandreu