martes, 30 de agosto de 2011

ESPERANDO



Te va gustar este mundo maestro,


a pesar de todo, a pesar de ayer,.



Eres tan pequeño, eres otro ser.



Cuando tú nazcas a este mundo nuestro


que el sol sonría como hoy te lo muestro;


ojalá también puedas conocer


el mar limpio como lo pude ver


desde el velero en el que me secuestro;



ojalá que ames a los animales


como los amo yo, y el tiempo libre


la poesía, el vino y cosas tales


con una belleza de igual calibre;


ojalá vengas a un mundo sin males


que consiga que tu corazón vibre.







CruzadoC



sábado, 20 de agosto de 2011

PALABRAS PARA UNA CIUDAD:LISBOA











La primera vez que escuché hablar de José Saramago fue cuando le concedieron el Nobel de Literatura en el año 1998, desde ese momento, además de comenzar a devorar su obra empezando por "Ensayo sobre la ceguera", surgió también mi interés por una ciudad: Lisboa.





Este año pudimos hacer ese viaje y por fin, muchos años después de conocer a Saramago, conocí Lisboa. No voy a relatar en este espacio como me enamoró esta ciudad ni, punto por punto, los lugares que visitamos, sólo algunas imágenes de mis sitios favoritos, como "Baixo Chiado", donde al salir del metro te encuentras de frente con esta maravilla y tienes que hacer una foto.









Como quiera que atraemos aquello que nos obsesiona, aparte de sentarme junto al poeta Pessoa en la terraza del cafe "Brasileira", paseando por este barrio y queriendo vistar la "Casa do bicos" nos topamos cara a cara con Saramago.








Se trataba de una especie de exposición al aire libre de lo que bien podría definirse como una mezcla de fragmentos de sus pensamientos adornados con paisajes de la ciudad. "Palabras para una ciudad:Lisboa" era su título, como no podía ser de otra manera tuve que escogerlo para encabezar esta entrada."La propia palabra P A LA B R A suena tan preciosa..."¿dónde había escuchado esto yo antes? parecía que mi vida quería retroceder y de repente cuando leí una de estas citas del Nobel" Fisicamente habitamos un espacio, más sentimentalmente somos habitados por una memoria", mi mente y mi corazón se trasladaron con rapidez unos diez años atrás rompiendo con el tiempo y llegando a un verano de mi adolescencia en el que conseguí hacerme con una plaza de un "taller magistral" de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander sobre la obra de este autor impartido por el mismo. Durante una semana completa cada mañana y cada tarde caminaba por el paseo de Reina Victoria hasta el Palacio de la Magdalena para compartir con este escritor y con los demás asistentes al curso otro viaje, esta vez por su obra y su filosofía. Fue exactamente allí donde escuché de su boca por vez primera aquellas palabras" Cada uno de nosotros-nos contaba mano a mano Saramago observado con atento cariño desde la primera fila del paraninfo por su mujer- no somos sólo uno, fisicamente si, pero sentimentalmente no porque cada uno de nosotros tiene una historia y es también el recuerdo de aquellos de sus seres, por ejemplo, que se fueron y que no tienen otra manera de ocupar espacio que a través de nuestra memoria". Y de pronto...volví al mes de julio del 2011, donde Saramago ya no está sino a través de sus libros y de esa memoria de aquellos a quienes enamoró su obra. Cuando hace bien poco falleció este escritor sentí algo parecido a lo que siento cada vez que se va alguno de mis escritores contemporáneos, como me pasó cuando me enteré que José Hierro había muerto, algo similar a quedarse huérfano de un abuelo lejano que no te concoció, pero al que tú si creíste haber conocido un poco.





Y ahora mis palabras para una ciudad: Lisboa. Y es que cómo me cuesta siempre despedirme de las ciudades:






"Lisboa tan preciosa, hasta la vista,

hasta la vista tu amplia"Libertad"


y el paréntesis de felicidad


porque a mi vida le falta una arista.




Hasta siempre digo y pierdo tu pista


en mi presente de no soledad,


en mi "casa de besos" y de paz.


Adiós mi "Chiado" y plazas de revista."









CruzadoC