viernes, 23 de diciembre de 2016

AHORA


Cuantas navidades celebraremos
antes de comprender "La Navidad";
cuantos tiempos tendremos sin calidad
antes de vivir presentes supremos.


Cuantas guerras, de balas y extremos,
de pasados, futuros y ansiedad,
antes de descubrir que no hay "Verdad";
cuanta agua pueden batir nuestros remos.


Cuantos diciembres más podremos hacer
como que sólo estamos viendo luces;
y cuanta nieve aguantaremos caer.


Con la respuesta nos damos de bruces:
el Ahora es todo lo que puede ser,
aquí donde se hayan todos los cruces.
CruzadoC
FELIZ NAVIDAD


jueves, 15 de diciembre de 2016

BERLIN




 El día de nochevieja siempre hago una lista de propósitos que trato de cumplir a lo largo del año, a finales del 2015 me propuse que este sería un año de viajes, pero Berlín no estaba en mi lista. Como siempre, los mejores planes surgen sobre la marcha. Este lo he hecho acompañada de mi compañero de vida que ha resultado ser también un gran compañero de viaje y desde aquí le doy las gracias.

MI primera sensación de Berlín fue frío, no sólo frío meteorológico( que quizá en octubre no era intenso), sino que sentí un aire bélico cortándome el aliento. Lo primero que hicimos-por recomendación mayoritaria- fue una visita guiada por la parte histórica en la que nada más comenzar la guía nos advirtió que esta ciudad era como un cuadro abstracto, que al principio te resulta inexplicable y hasta feo, pero que, una vez comprendes por qué está allí esa raya o ese punto,  puedes llegar a amar. Lo mismo le pasa a Berlín con la historia, te exige conocer su historia para poder disfrutarlo. Y eso fue lo que hicimos el PRIMER DÍA.

Hay muchos Berlines. Empezamos por el Berlín prusiano  recorriendo la universidad Humboldt o la maravillosa plaza de los Gendarmes con sus dos iglesias gemelas ( la luterana y la cristina) ; para seguir con el Berlín del tercer Reich( apasionante) y acabar con el Berlín de la Guerra Fría 

 Esta es la piedad de  Khate Kollwitz, una artista alemana pacifista exiliada al inicio del nazismo que perdió a su hijo en la primera Guerra mundial y a su nieto en la segunda.
 Aquí está la plaza Bebel, en la que figura una inscripción de Heine grabada mucho antes de la llegada de los nazis y en referencia  a la Inquisición Española que se erigió , por desgracia, como un augurio de lo que habría de venir " Es sólo un preludio, allí donde se empiezan quemando libros, se acaban también quemando personas."Y así sucedió. En el 33 Hitler ordenó quemar todos los libros opuestos al nazismo de la Biblioteca de la Universidad ubicada en esta plaza ( las fotos en blanco y negro las tomé en el Museo de la topografía del terror). Lo que vino después todos lo conocemos
.
Este mural representa la división que marcó Berlín entre el año 61 y el 89 a través de este muro de la vergüenza por cuya culpa se calcula que murieron unas 200 personas tratando de cruzarlo durante los años de la Guerra Fría. A mi marido y a mí nos encogió el alma esta toma.
Tras tomar un tentempié en el Café Einstein frente al Check Point Charlie( el nombre le viene del alfabeto militar) y escuchar la historia de como este punto fue el lugar donde pudo haberse iniciado la tercera guerra mundial si los tanques , primero americanos y después soviéticos, no hubiera dado cinco pasos atrás, luego otros cinco, y muchos cincos más hasta perderse de vista fuimos al Memorial al pueblo judío, al famoso monumento en el que perderse era obligatorio, había  que sentirse perseguido, confundido, pequeño....como se sintieron los judíos. 
Por la tarde fuimos  por nuestra cuenta a visitar la East Galery y el famoso muro lleno de graffitis

Y  de noche nos marchamos a escuchar a la filarmónica de Berlín, un momento que guardaré para siempre en mi cajita de los recuerdos. De vuelta al hotel íbamos encontrando cosas curiosas como esta obra artística en plenas escaleras del metro.



 SEGUNDO DÍA: no podíamos marcharnos de Berlín sin ir al campo de concentración ( que no de exterminio ) más cercano: Sassen hausen De esta visita sólo conservo la foto en la estación porque el corazón me impidió fotografiar nada. Los horrores que vimos y hasta sentimos casi nos obligaron a continuar por la tarde con la historia del genocidio que no sólo fue judío, sino que abarcaba a homosexuales, comunistas, pacifistas, todo tipo de políticos opuestos al nazismo y a los que Hitler llamó " asociales". Asocial hubiera podido ser un autónomo que rechazaba dos veces un empleo, es decir, que si lo que uno piensa es que a él no le hubiera tocado...pues puede que si, todo el que no alzaba la mano acababa de la misma manera. Por este campo de concentración, que sólo en contadas ocasiones fue usado para exterminar , por ejemplo, soldados rusos, pasó Largo Caballero. Un dato que yo desconocía y que me sirvió muchísimo para encajar determinados huecos históricos que tenía en mi cabeza.
Berlín es una ciudad que ha pedido perdón al mundo y que ha sabido así cerrar la brecha que separaba a los alemanes, quizá podría ser una idea para otros países como el nuestro que continua dividido. Quizá salir a pedir perdón cambiara las cosas. Por cada rincón, especialmente en el barrio judío, hay homenajes a este pueblo perseguido: cementerios y placas en el suelo con el nombre y la fecha de asesinato ( porque sin más vueltas así lo llaman, lo que fue,  asesinato) pueblan este rincón cercano a la Sinagoga. Muchas ganas de llorar en este barrio.


EL TERCER DÍA  fue de mercadillos , Flohmark y toda su vanguardia mezclada con lo vintage nos condujo a un precioso parque lleno de bicicletas y de nuevo a la plaza de los Gendarmes-nuestra favorita, ya se ve- en metro para devorar un chocolate delicioso en una famosa pastelería conocida por sus réplicas en este dulce de monumentos históricos y así coger fuerzas para enfrentarnos otra vez al pasado: a la topografía del terror, donde se exponen ampliamente fotografías de los horrores nazis desde el 33 al 45 ubicada precisamente en lo que fueron los cuarteles de la Gestapo. Para mí fue estremecedor ver ilustrada la historia de este modo que no es sino el  modo alemán  de, otra vez,  pedir perdón. 

 EL CUARTO  DÍA completo lo dedicamos al arte callejero( esta imagen de Anna Frank junto al museo que lleva su nombre me inspiró tanta ternura que le dediqué un poema) y a los escaparates de diseño y decoración  del barrio judío. En una de las esquinas la tienda vintage( concepto que tanto me gusta) " Humana" te llamaba a entrar, un estilo diferente de shopping





 Tacheles , comida en el restaurante-totalmente recomendable- Republik Berlín junto al lago y noche en el Bundestag con visita guiada y  vistas a toda la ciudad. No pude evitar pensar que desde allí se toman las decisiones europeas que acatamos y marcan tan fuertemente  nuestro destino.
ÚLTIMO DÍA:  antes de coger el avión ya sólo quedaba tiempo de decir adiós a Marx y Engels , cerca de la avenida Under Der Linden( avenida bajo los tilos-tilos que Hitler mandó talar para que pudieran lucir mejor los desfiles nazis por las amplia calle- tilos que, como aquellos libros quemados, no volverán) 


AUF WIEDERSEHEN, BERLIN

lunes, 28 de noviembre de 2016

SER FELIZ EN ALASKA


 
 
El viernes tuve la ocasión de cumplir otro de esos pequeños sueños que a veces tenemos. Conocer a Rafael Santandreu, el psicólogo catalán autor de " El arte de no amargarse la vida", " Las gafas de la felicidad" y " Ser feliz en Alaska". Sus tres libros han revolucionado el mundo de la psicología clásica para dar paso a una cuidada psicología cognitiva o del pensamiento. Nos contó en una conferencia que dio de pie y ausente de todo formalismo como comenzó su carrera como escritor y psicólogo. Licenciado ya en Psicología trabajaba como traductor para una editorial cuando cayó en sus manos el libro " Dejar de fumar es fácil" que se apoyaba en la inexistencia real del síndrome de abstinencia, que en el 95% de los casos es sólo psicólogo. No sólo Rafael Santandreu dejó de fumar, sino que decidió investigar la posibilidad de aplicar esa ausencia de "Síndrome" a las demás adicciones, incluida la que es una epidemia en nuestros días: la queja
 
 
En su último libro da tres claves para " Ser feliz en el vertedero", para estar bien en cualquier sitio:
 
1) Mirar hacia dentro y comprender que no es lo que nos pasa lo que nos hace infelices, sino  lo que nos decimos a nosotros mismos sobre lo que nos pasa( "esto es malo", "esto es terrible" etc), lo que él llama la "terribilitis", es decir, el terribilizar todo, el hacer  de un pequeño problema una tragedia terrible, cuando en realidad nada es tan terrible.
 
2) Andar ligero de equipaje: en la renuncia está la fortaleza. Aceptar que, en realidad,  necesitamos muy pocas cosas ( materiales y emocionales) para ser felices, tan pocas como tenían nuestros abuelos que eran, en un mundo mucho más austero, mucho más felices. Habló de la "exigilibilis", la barbaridad de las exigencias de la sociedad actual para poder salir a la calle sin que se te caiga la cara de vergüenza ( irónicamente): estudios, un puesto de trabajo, pareja, hijos, una casa estupenda. Una barbarie completamente errónea que debemos encargarnos de desmontar. ¡Que le den a la casa!¡ Qué le den a la sociedad!
 
Y 3)  El disfrute de lo que nos rodea( mi favorita). "Hay una palabra-dijo que debería extirparse del diccionario : despachar . Despachar asuntos es liquidar lo más rápido posible una cosa para poder pasar a la siguiente. Y en liquidar asuntos sin disfrutar de lo que nos traemos entre manos se nos va la vida." Esta es plenamente aplicable a mi carácter
 
Después hubo turno de preguntas y lo que a mí más me interesaba era saber que consejo debemos trasmitir a los hijos. Me dio dos: 1) que prime y se muevan más por  la fuerza del disfrute que por  la fuerza de voluntad porque la fuerza del disfrute es arrasadora y lleva mucho más lejos que la de la voluntad ; y 2) que se acepten plenamente a sí mismos y a los demás.
 
Fue un placer asistir al Ateneo un viernes por la tarde y disfrutar de cada palabra. Gracias, doctor Santandreu

martes, 27 de septiembre de 2016

FELICIDADES



 
Otro año cumpliendo con la belleza.
El talento de unas manos expertas
en la piedra y pupilas abiertas
para plasmar con leal entereza
 
 
las locuras de dentro, las proezas
de la cabeza de musas despiertas;
para construir en nada cosas ciertas;
para que otra piel reluzca tu pieza.
 
Felicidades por saber transportar
trescientos sesenta y cinco días
más lo que dice una gema al suspirar.
 
Las que están en mi dedo y son mías
dicen" gracias por a este mundo alumbrar
mil joyas con el canto de almas frías"

CruzadoC

FELICIDADES



 
Otro año cumpliendo con la belleza.
El talento de unas manos expertas
en la piedra y pupilas abiertas
para plasmar con leal entereza
 
 
las locuras de dentro, las proezas
de la cabeza de musas despiertas;
para construir en nada cosas ciertas;
para que otra piel reluzca tu pieza.
 
Felicidades por saber transportar
trescientos sesenta y cinco días
más lo que dice una gema al suspirar.
 
Las que están en mi dedo y son mías
dicen" gracias por a este mundo alumbrar
mil joyas con el canto de almas frías"

CruzadoC

martes, 20 de septiembre de 2016

BEIRAMAR


 
Retomar viejas costumbres para ser
jóvenes otra vez, también eternos
como el mar en movimientos alternos;
y navegar para dejar el ayer
 
donde habría siempre de permanecer.
A proa se divisan los inviernos
y mirando atrás podemos perdernos.
El destino ni siquiera está por ver.
 
Es el himno de un poema cualquiera:
mis palabras, esta foto en libertad
cuando he roto juicios y la bandera
 
que te colorea de la identidad.
"Navega, velero mío", en presente
porque tenemos la posibilidad.

                                                                         



                                                                           CruzadoC

miércoles, 3 de agosto de 2016

TEMPUS FUGIT

 

Escribí este soneto el otro día a raíz de una conversación con una prima gallega que me conoció en mi etapa de poeta  tremendista y se extrañó de que ante su expresión "Tempus fugit" cuando la felicité por su cumpleaños, yo dijese algo así como "que quede lo que quede, pero que lo vivamos bien"

Y vivir bien significa para mí ya sólo vivir en el ahora, haber logrado la serenidad suficiente para no desear nada que no se pueda disfrutar también mientras se está tratando de lograr. "El Poder del ahora" me ha cambiado por dentro y por fuera y con total humildad y sin pretensiones me encantaría poder trasmitir lo que yo he aprendido, la responsabilidad que tenemos todos-conductores de nuestra vida-en la propia felicidad o armonía, que me parece una palabra mucho menos superflua que la felicidad. Con estos versos he tratando de expresarlo.
 
La foto está hecha en el muelle de O Seixo( Mugardos), el pueblo de mi infancia en Galicia con mi padre, ante al fuga de un atardecer  sobre el mar. Un lugar que representa mucho para mí, no sólo porque me trae a la memoria los recuerdos de la niña que se bañaba allí, sino también porque a su pies tuve que montar en un bote y ver como caían las cenizas de una persona a la que quise mucho, ver la marea llenarse de rosas amarillas al son de unas gaitas. Así este muelle refleja en mi alma la vida y la muerte, el "Tempus fugit" de este poema 
 
El segundo salta de ese camión
donde el conductor traslada a los presos
y se fuga hasta que encuentran los huesos
de lo que ya no tiene construcción.
 
¿Pero quién conduce nuestro camión?
¿ Y por qué queremos que los sucesos
fugitivos sobrevivan impresos
en el hoy como una posesión?
 
¿ Por qué camino llevamos la hora
que no gozamos y nos doblegamos
al futuro de otra gobernadora?
 
Yo conduzco y tú la llevas, vamos
como ejército de tontos que ignora
que cada paso pesa tantos gramos... 
 
CruzadoC

miércoles, 27 de julio de 2016

CANTABRIA INFINITA



 
La mayoría de las veces que escribo o hablo de mi tierra, lo hago sólo sobre Santander, sobre el Sardinero, que es quizá la zona que más amo. No el Sardinero turístico del verano, sino el Sardinero de mi infancia, de mis años de niña que vivía en Zamora o en Luarca o en alguno de los múltiples destinos que tuvo su padre, pero a la que siempre llevaban a la tierra de su madre. Eran escapadas de fines de semana otoñales o primaverales con mis abuelos o con mi padre, al que le encantaba enseñarme la Magdalena, la estatua de Feliz Rodríguez de la Fuente o la playa del camello.
 
Pero lo cierto es que Cantabria es mucho más que Santander y, por supuesto, mucho más que mi Sardinero. Hace unos días llevamos a los niños a que conocieran Santillana del Mar y Comillas y también fue para mí un redescubrimiento de zonas olvidadas en la memoria, de tiendas y de paisajes del alma. Por otra parte es reconfortante para uno ver a sus hijos planear por los lugares sobre cuya piedra una vez jugaste tú. 
 
Y sobre el suelo empedrado de Santillana escribió el poeta  José Hierro en un soneto:
 
Cuando se piensa que esas piedras, antes
de ser domadas armoniosamente
fueron escudo sobre el pecho ardiente
del mundo en su orígenes errantes...

Y aquí  algunas fotos para los que piensan hacer turismo por Cantabria
 




En Comillas, el Capricho de Gaudí y la casa museo, un capricho para los ojos
 




 
CruzadoC

martes, 19 de julio de 2016

SOFÍA CASANOVA, "AZULES SON LAS HORAS"



La chica que aparece en la foto se llama Inés Martín Rodrigo, una periodista madrileña vinculada Santander, que trabaja en la sección de cultura de ABC  y que este 2016 ha publicado su primera novela, " Azules son las horas". La foto corresponde al acto de presentación de su obra en Santander, en la librería Gil , concretamente. Acudí intrigada por conocerla y por saber algo más de la protagonista de su libro, Sofía Casanova.

Sofía Casanova no es un personaje imaginario, es real. Por eso quería escribir este post, porque me doy cuenta de la cantidad de mujeres importantes que se han perdido a lo largo de la historia y Sofía, rescatada del olvido en "Azules son las horas" es una de ellas. Fue una gallega, la causa origen que me atrajo a esta lectura, la primera corresponsal de guerra en el extranjero. Por eso me extrañó tanto que no se supiera nada de ella, precisamente una periodista ignorada por el mundo periodístico de hoy. Escritora, poeta en sus comienzos, abandonada por su padre, se traslada al Madrid  de fines  del siglo pasado con su madre y hermanos, contrae matrimonio con un filósofo polaco y se marcha a Polonia. Con tres hijas y repudiada por aquel  tiene que crear su propio destino. Cuatro guerras es el número total de las que vivió esta mujer: las dos mundiales. la guerra polaco-soviética, y la civil española   
 
Mi idea sobre la justificación del título responde  a una cita de la protagonista cuando se encuentra con su familia instalada en " Mera", cerca de La Coruña, "era un día claro, como esos que sólo pueden verse en Galicia". Quienes han pasado algún trozo de su vida en Galicia saben de lo que habla la autora. Por mucha claridad que tenga un día en Santander, o en el Sur de España, la luz azul de las horas gallegas es inconfundible para los que vivimos nuestra infancia en esa tierra, como le sucedió a la protagonista.
 
De Sofía Casanova pocos saben que fue presentada por sus compatriotas al Nobel de Literatura en 1925, como pocos saben que durante las guerras que vivió prestó sus servicios como enfermera al frente de la Cruz Roja , dedicando sus horas libres a escribir las crónicas de lo que le tocó vivir y apañándoselas para hacerlas llegar a España a través de valija diplomática  para que pudieran ser publicadas en el ABC
Foto de la verdadera Sofía Casanova
 
Hay frases de este libro que ya se quedan conmigo para siempre:
 
" Nunca renuncié a reír"
"Supe que entregaría mi vida  a las letras, que daría mi vida por dedicarme a mi pasión, costara lo que costara"
"Nunca me asustaron los muertos, las malas personas sí"
" La soledad, cuando es buscada, es buena para escribir"
"Pretendí pasar desapercibida y que fueran mis palabras las protagonistas"
"Había perdido toda mi biblioteca cuando los nazis volaron mi casa, no conservé ninguno de los libros  que, durante años, conformaron mi identidad y me definieron como persona, pero la barbarie no me privó de la memoria. Recitar cada uno de los versos que amé, con los que sentí, me devolvía a la vida"
 
Ojalá esta recomendación sirva para que alguien quiera conocer un poco mejor a Sofía Casanova

CruzadoC


lunes, 18 de abril de 2016

FLORENCIA: UN VIAJE POR EL AQUÍ Y AHORA

 
Hace sólo dos semanas volvía a coger el petate para escaparme durante 48 horas con unos remordimientos del tamaño del Coliseo, que había visitado hacía tan sólo tres meses ( de ahí el cargo de conciencia). Me subí otra vez en un avión rumbo a Roma, pero esta vez desde allí, estación de Termini,  me desplacé en un tren de alta velocidad a Florencia. Las oportunidades surgen cuando surgen y la vida es para disfrutarla. En ese vagón se me saltaban las lágrimas recordando lo que dejaba en casa durante dos días y peguntándome"¿ qué hago yo aquí ?" y así estuve hasta el día siguiente, que amanecí en Florencia y sin datos en el móvil, una maldición en un primer momento que a la postre se convirtió en un regalo tan grande como la Cúpula de Brunelleschi, que estaba a punto de ver. Las razones de esta aventura  han sido tan personales que es muy difícil que nadie que no sea yo pueda comprender, pero quiero escribir sobre la importancia de haber descubierto el disfrute pleno del momento presente, no de lo que va a suceder dentro de una semana, de unos días o de cinco minutos, sino de lo que está sucediendo ahora mismo. Yo, como muchos, por el tipo de vida estresada que llevamos, lo había perdido. Tuve la suerte de encontrar una buena orientación, de escuchar los consejos de buenos amigos, de leer con los cinco sentidos el libro adecuado y de contar con un compañero de viaje que es capaz de cargarse con todo mi equipo para que yo pueda volar. Y desde aquí le doy las gracias.
 
Al salir del hotel tenía un paseo hasta el centro histórico  de unos 15 minutos, siempre a orillas de río Arno  desde cuyo muro de contención se divisaban cuatro puentes. Iba pensando " ojalá mis hijos pudieran ver esto, ojalá llegue pronto el lunes para contárselo" cuando de repente llegué al Ponte Vecchio y me dije" son dos días, esto son días y sólo existe el ahora", y desde ese momento así fue como aprendí a bucear en el eterno presente. Quería ir al Duomo y me equivoqué  de dirección apareciendo en el Palacio Pitti ( las cosas más bonitas suceden cuando uno se pierde, incluso cuando uno se pierde a veces se encuentra), allí me senté, me comí un helado  y fui consciente de la suerte de estar aquí y ahora y allí decidí vivir de verdad, con la mente, la vista, el tacto, el olfato el oído, la boca y el sexto sentido, que debiéramos siempre tener alerta.
 
 
Por primera vez en mi vida tenía en mi cabeza el mapa de la ciudad tan grabado que cuando tuve físicamente en la mano el de verdad, lo supe interpretar. Desde allí y volviendo a atravesar el Ponte Vecchio, mientras me deleitaba tanto con las vistas al Arno como con las joyas que poblaban todos los escaparates, seguí caminando en busca del Mercado Nuovo, pero sin saber como al mirar a mi derecha reconocí la figura de la réplica del David de Miguel Ángel que preside junto a Neptuno la Piazza della Signoria, me senté delante de la estatua que representaba a Perseo con la cabeza de Medusa en la mano, de Cellini  escuché a un violinista que estaba situado a la entrada de la calle de la Galería de los Ufizzi y sonreí porque sabía que había conseguido situarme en el lugar correcto, en el ahora, sonreí porque no existía ni el pasado ni el presente.


 
 
De allí caminé y a dos pasos me topé con el Mercato Nuovo, que también llaman Mercado de la paja y me trasladé 20 años atrás, cuando siendo poco más que una niña estuve con una amiga de la infancia y en un viaje escolar comprando allí mismo  cuadernos de angelitos. Pero inmediatamente  salí del ayer y en mitad de todos esos puestos conocí a una vendedora a la que prometí volver a comprarle un bolso sólo por como me trató de bien. Un poco más adelante la Piazza de la Republica con su emblemático tiovivo  que me situó de nuevo en otro lugar, en el Santander donde me esperaban mis niños, esta vez con más determinación volví a empecinarme en el ahora, lo que resultó muy fácil cuando El Duomo me encontró y la cúpula de Brunelleschi, el baptisterio  con sus puertas del Paraíso de Ghiberti y el Campanile casi me comen.


 
Tras sufrir el síndrome de Sthendal después de ver tanta belleza me fui al Mercado de San Lorenzo y en uno de sus laterales encontré una de esas tiendas de decoración y viejas postales que tanto me gustan regentada por un hombre muy parecido al Roberto Benigni de " la vida es bella" que me hizo recordar esta premisa y al que también prometí volver a buscar una muñeca decorativa. 

 
Ahora tenía que encontrar el "Gozzi Sergio", un restaurante que me habían recomendado para comer auténtica comida florentina a precio y en ambiente no turístico. Lo encontré y mi sentido del gusto se quedó sin palabras, además el trato,  tan exquisito como la comida que me dieron, no se me olvidará fácilmente.


 
 
La tarde entera en los Ufizzi, de donde salí como si me hubieran metido dentro de un libro de historia del arte. Hacia dos décadas que había visto a la Venus de Botticelli, pero entonces fueron los ojos de una adolescente los que miraban , ahora eran los de una adulta y eso cambiaba mucho la perspectiva. Aquí dejo fotos de las obras que más me gustaron, siempre con la voz de fondo de mi guía italiana, Eleonora, que amaba el arte más que yo misma y se expresaba en castellano también mejor que yo .
"Virgen y niño", de Berruguete
"Madonna con niño", de Filippo Lippi
"La Sagrada Familia", de Miguel Ángel
"El nacimiento de Venus", de Botticelli
 "La primavera", de Botticelli
 
Tras volverme a perder y aparecer en la maravillosa Santa María de Novella volví a cumplir mis promesas con la vendedora del Mercato Nuovo y con mi particular Robert Benigni. " ¡Retornati!" me dijeron ambos al volverme a ver. Terminé el día tomando un splizt con mi libreta de Venus comprada en los Ufizzi escribiendo en el Café Pitti , justo enfrente del palacio. Uno de esos momentos para siempre.  Y vuelta al hotel por la orilla del Arco con unas vistas también para siempre.
 
 
 
 
La mañana del segundo y último día me decidí a escapar del tremendo bullicio turístico que devoraba Florencia un domingo de abril y, siguiendo la recomendación de Eleonora del día anterior, fui a ver la Iglesia del Santo Espíritu y la del Carmen, junto a la que por sorpresa me encontré con un maravillo rastro, el mercado de las pulgas de Florencia, donde pude dar rienda suelta al consumismo reciclado de segunda mano que tanto me gusta.
 
Cerca de él, la tienda" Celeste Vintage", donde comprar un viejo Gucci o unas gafas de sol miu miu antiguas es tarea asequible a todos los bolsillos, eso sí, revolviendo mucho en busca de la gran ganga . Salí de allí con un Chanel del que no puedo decir el precio  porque de ridículo nadie me lo iba a creer.


 
Una pizza en la Piazza de Santa Croce y en busca del autobús número 12 que salía de la estación de Santa María de Novella para subir al mirador de la Piazzale MiguelAngelo, desde el que me habían recomendado disfrutar de la espectaculares vistas y ver el atardecer. Un fin de viaje digno de una película donde no bastaba ver toda Florencia, oler el ambiente, tocar el suelo con los pies, beber el aire, escuchar las distintas lenguas y el rumor del río, allí había que sentir a la fuerza, sentir con mayúsculas "el poder del ahora". Por supuesto, volveré a Florencia

 
CruzadoC