lunes, 25 de enero de 2016

CARPE DIEM

 
Este fin de semana mi pequeño ha cumplido dos años, ponerme a escribir todo eso de "como crecen" , "que pena"etc no es lo  mío porque yo me alegro de que así sea y, en el caso de los hijos, creeré siempre que lo mejor está por venir y nunca que cualquier tiempo pasado fue mejor.  Ha coincidido este cumpleaños con una noticia antagónica que me ha hecho valorar la vida y el tiempo concreto que estamos viviendo, el ahora, el presente, ese carpe diem maravilloso, que no siempre somos capaces de mantener como filosofía vital. Con estos versos, que por eso tienen esta vez un punto melancólico, encerrados en los márgenes de un soneto, que dedico a mi hijo, quiero recordarme esta actitud de vida y tirarme un órdago para que nunca más los miedos puedan batirse con el disfrute del hoy. 
 
 
Hace dos años y algunas horas
que se destrona mi corona de oro;
hace dos años que todo el decoro
se mancha de papillas y de moras.
 
Con plastilina y la ira que adoras
-no todo es perfecto, yo también lloro-
se ha ido moldeando cada poro
de aquella piel de mi antigua motora.
 
La vida empuja por las escaleras
de los años, son coches de juguete
que lanzas por la rampa como fieras.
 
A veces te devoran su chupete.
A veces un susto. A veces esperas.
Hace dos años que el tiempo arremete.
 
CruzadoC