viernes, 1 de mayo de 2015

¿MALASMADRES?





Durante este puente, además del día del trabajo, celebramos el día de la madre, siempre ese primer domingo de mayo que nos trae a la memoria manualidades hechas en el colegio, poemas de la infancia y abrazos de aquella que nos dio la vida. Hoy no quiero escribir ningunos versos en el blog, esta me parecía una buena oportunidad para hablar de la maternidad, para dejar en "papel" esta sopa de letras que me ronda en la cabeza desde hace muchos años. Para aquellos que también son padres, para los que no lo son y para mis hijos, por si un día sienten la necesidad de saber algo más de por qué esta loca madre les trajo a este mundo de locos.

Yo pertenezco, sin ningún género de dudas, a ese club tan moderno llamado "elclubdelasmalasmadres". Es un riesgo para mí dejar constancia de por qué tuve hijos y de por qué he dotado a esta labor del carácter de "contrato de mi vida". Yo soy una "malamadre" que no tuve hijos por necesidad de reafirmarme; no tuve hijos por que había que tenerlos ni por qué era lo que tocaba; ni mucho menos los tuve alegando esa razón tan hueca " porque me encantan los niños", que esgrimen los futuros papás sin pararse a pensar un sólo momento que los hijos son niños durante un corto periodo de tiempo para después convertirse en adolescentes y en adultos, etapas de las que somos responsables tanto o más que de la infancia. Los tuve por amor nada más, porque elegí al mejor padre y me pareció que hacer esa concesión fue mi acto de amor hacia la vida. Muchas veces pienso y digo- ante la cara de asombro de otros padres-, y más cuando veo catástrofes como la de Nepal o contemplo estupefacta en el televisor de mi casa cómodamente niños desnutridos, que más me hubiera valido  darle una oportunidad a uno de esos niños que no la tendrán. Todavía no descarto darme a mí también esa oportunidad porque, ahora que he sido madre "biológica"( como nos llaman), estoy en condiciones de asegurar que el amor de madre, si es amor, no entiende de biología más que de sentimientos y que, por tanto, a ese niño de Nepal, por ejemplo, lo hubiera querido igual. Pero la vida tenía otros planes para mí y acepté el reto de sumarle al mundo otros dos seres humanos nuevos porque los concebí como otras cuatro manos más para ayudar a hacer de esto un lugar mejor; para, egocéntrica de mí, hacer que perdurara en ellos "la huella del camino enseñado". Nada más. En ningún caso para vivir a través de ellos ni para cargarles con mis sueños. Y quizá por eso, tampoco nada menos.

Yo soy una "malamadre" porque no me duelen prendas reconocer que he dejado de ser quien era por ellos, que ya no seré la que pensaba que iba a ser por ellos, que ya no emprenderé proyectos ( maravilloso, por cierto, porque no todo es ser padres en esta vida, pese a los que muchos piensen) porque no me da la vida, ni las fuerzas ni el tiempo. Soy una "malamadre" porque estoy agotada y confieso que vivía mejor antes. Sólo quizá soy una buena madre porque ser madre me ha convertido en alguien mejor. Mucho más abierta, tolerante y sensible, mucho más consciente de mi pequeñez y mucho menos centro del Universo. No está mal. Soy una buena madre porque lo haría mil veces. Sólo por eso.

Pero seguimos con lo de "malamadre", que mola un poco más. Yo me quedo de piedra cuando oigo a otras madres decir eso de "no crezcáis", "que se detenga el tiempo", " que pena, se están haciendo mayores" etc. Debo ser una "malamadre" porque entonces me digo" que los míos si crezcan y yo con ellos, que el tiempo no se detenga nunca, que tengan la opción de ser jóvenes, hacer amigos, salir de fiesta, enamorarse mil veces y plantar el huevo en un nido cuando estén preparados". Creced y, valga la redundancia, dejadme ver el espectáculo de veros crecer. Porque eso es la vida y porque es realmente un espectáculo.

Y finalmente soy una malamadre porque sigo a la madre Teresa en eso de " enseñarás a vivir, pero no vivirán tu vida" o a Kahlil Gibran cuando escribe :
"Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.
No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen."
Y ya que entramos en poesía y el tema es demasiado denso para mis sonetos de "malamadre" sin fuerzas ni para componer una rima aquí dejo esa obra de líneas de Teresa de Calcuta , que la mayoría conoceréis:
Enseñarás a volar,
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar,
pero no soñarán tu sueño.
Enseñarás a vivir,
pero no vivirán tu vida
.
Sin embargo…
en cada vuelo,
en cada vida,
en cada sueño,
perdurará siempre la huella
del camino enseñado.
¡Y Feliz día de la madre!
CruzadoC