jueves, 9 de mayo de 2019

EL ÚLTIMO VIAJE DEL HALCÓN: MONTENEGRO









Conocer el pequeño país de Montenegro era un sueño para mí, no tanto por el lugar como por los recuerdos, como por el hecho de ser parte de mi historia. Cuando yo era adolescente el hermano de  mi padre y su mujer hacían largos viajes durante su mes de vacaciones en su velero " El Halcón Negro" partiendo desde Galicia. Antes de que el destino les jugase la mala pasada final el Halcón Negro viajó, con ellos al mando, hasta Montenegro, concretamente quedó atracado en la bahía de  "Bar" con la intención de hacer en el verano siguiente el viaje a la inversa: de Yugoslavia a España. Era el año 91. Un año después estallaría la guerra de los Balcanes y mis tíos tuvieron que acudir precipitadamente a Montenegro a salvar al Halcón. Una vez allí, el amigo que cuidaba el velero les pidió un favor: su hijo adolescente, Nenat, había sido llamado al frente y no podía huir por tierra, así que había que sacarlo por mar para traerlo a un país seguro. Así lo hicieron mis tíos durante una travesía en la que el pobre Nenat apenas chapurreaba algunas palabras en español. Al llegar a Galicia lo acogieron como a un hijo. Mi tío murió muy joven pocos años después no sin antes haber escrito un libro relatando esta travesía a bordo de "El Halcón" que tituló " El último viaje del Halcón" y que ese adolescente, ya convertido en hombre y con un perfecto dominio del castellano, editó en pago por aquel favor que años atrás le había salvado la vida. Yo me quedé al lado de mi tía y nos juramos hacer un viaje juntas algún día a la antigua Yugoslavia, pero ella también perdió la vida muy joven y me quedé sola con una promesa incumplida. Hasta el 20 de abril del 2019, un día en el que pude ajustar cuentas con la vida. Por eso era tan importante para mí visitar Montenegro.









La primera parada fue en Perast, después de un café con vistas, cruzamos en barco a la preciosísima isla de la Milagrosa o señora de las rocas. Todo comenzó como una simple pila de rocas, pero cuando en 1452 dos pescadores encontraron una imagen de la Virgen María empezó la construcción de una pequeña capilla sobre esas rocas. Cuando llegaron los venecianos en el siglo XVII construyeron una capilla católica de cúpula azul donde se alzaba antes la ortodoxa.




Así, empezaron a traer más y más rocas desde tierra firme y le dieron forma a la Isla de Nuestra Señora de las Rocas donde a la postre se construyó la iglesia. Una isla artificial, por tanto, pero con su propio faro incluso, como se ve en esta foto.







Después paseamos por Perast, un precioso pueblo pesquero con las mejores vistas del mundo.




Alrededor del mediodía nos dirigimos a Kotor. La ciudad te recibe con una cita de Tito que reza" Lo de los demás no queremos, pero lo nuestro no lo damos". Me encantó la frase y la entrada a este pueblo de tradición veneciana.





La ciudad, que antiguamente se llamaba “Cattaro”, formó parte de la República de Venecia cuando alcanzó su mayor esplendor De esta época son algunos de los edificios más bonitos del centro histórico y las impresionantes murallas y fortificaciones del Castillo de San Juan. Dudas por momentos si estás  en Montenegro o si la guía que contratamos te metió en la  máquina del tiempo  y te llevó a Venecia. Lo que más me llamó la atención fue  la plaza de Armas con su torre del Reloj, la iglesia ortodoxa de San Lucas, del año 1195 o la catedral de San Trifón, del año 1166.





Pero aparte de eso un simple paseo por detrás de las murallas fue delicioso, incluso las compras en las tiendecitas lo fueron.

Esta es la calle "déjame pasar", así llamada por su estrechez.










Desde allí nos dirigimos a las alturas,  a una colina que tenía las mejores vistas de la bahía de Kotor y es entonces cuando entendimos por qué lo llaman los fiordos de los Balcanes.












El último regalo lo recibimos de manos de un barco al que subimos para cruzar de lado a lado la bahía gozando, otra vez, de luz, luz y más luz. No sé si volveré a esta parte de la antigua Yugoslavia, pero ya he cumplido con mi leyenda personal.
CruzadoC

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