El tiempo eterno
te llevó eterna
y me dormí
esperando despertar.
Y desperté,
la muerte despierta a la vida.
Ya escribo sin tus palabras
y no tengo consejo sin tus hechos.
¿ Estás lejos?
¿Desde otro mundo sonríes,
pobre amiga? Dime.
Otro mundo y no este.
Un mundo sin nosotras dos en una.
Otro mundo, un siempre.
¿Conservas allí la bruma
de mis memorias?
No vivirás otra vez,
no se repetirá nuestra historia.
En ese otro mundo
¿ habremos de desatar el nudo
que rompió la muerte?
¿Me reconocerás al verme?
Te fuiste,
la magia se fue.
No sé si pudiste ver
como se quedó tu amiga:
en dos
por el embiste
que fue tu adiós.
Sabías que no olvidaría
las rosas amarillas;
pero las de verdad
murieron contigo
una noche de enero muy frío.
Te he dedicado mis hijos,
sus sonrisas, cada nuevo amigo
y mis ganas de vivir.
Y el libro que por fin
decidí escribir.
Gracias por dejarme,
después de este desastre,
seguir sin ti.
CruzadoC
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