miércoles, 26 de marzo de 2014

GRACIAS, PRESIDENTE


Yo nací en el año 1978 y siempre me he enorgullecido de ello porque, sencillamente,  nací en libertad-algo que, como dijo Suárez, ni Dios pudo negarle al hombre-, nací el mismo año que la constitución y siempre he pensado que eso me otorgaba un cierto privilegio con respecto a los que nacieron antes que yo . Mi padre siempre nos insiste en que somos la primera generación que no vive ni una guerra ni una posguerra, y no sólo eso-pienso yo-pertenecemos a una generación que vive en democracia, que-como dicen- si no es el mejor de los sistemas, es el menos malo, es el que me permite, por ejemplo, escribir y publicar esto, exponerlo a las críticas, recibirlas, hacerlas yo misma. No sé si todo esto tuvo algo que ver con el camino profesional que emprendí años más tarde; no sé si algo de eso tuvo que ver con que me dedicara al Derecho.
 
Lo que es seguro es que esa democracia, que me ha acompañado toda la vida, tuvo que ver con Adolfo Suárez o viceversa, Adolfo Suárez tuvo que ver con ella. Entre los titulares que recogían este pasado fin de semana su fallecimiento me gustaron mucho dos de ellos" Suárez, el presidente de la libertad sin ira" y "Suárez, el presidente que no recuerda que nadie le olvidará". Parece que  una de sus obsesiones fue esa libertad sin ira, que no sé si llegó a conseguir pasados treinta y seis años. Lo que sí consiguió fue finalmente el reconocimiento unánime de un pueblo que está reclamando a gritos la vuelta de la honestidad política desaparecida. Difícil. La vida- decía el presidente- siempre te da las dos opciones, la difícil y la cómoda. Cuando dudes elige siempre la difícil para que nunca puedas decir que la comodidad escogió por ti. Ese ha sido un lema para mí desde que tengo memoria. Gracias, Presidente.
 
Siempre he sido una apasionada de los discursos de todo tipo por lo literario que encierran dentro, uno de los mejores aquel que se colaba en las televisiones de los españoles hace ya muchos años "Puedo prometer y prometo...

Conocí a Suárez cuando yo era una niña en unas regatas en Santander, mi padre me dijo "date la vuelta y mira quien está ahí", quien estaba detrás de mis ojos me sonrío y dejó que se me grabase su imagen. Que suerte la  mía que, sin saber, estaba viendo un pedazo vivo de la historia de la nación que habito... hoy la niña que fue puede rememorar aquella anécdota y volver a decir gracias.
 
Hasta siempre, presidente
 
"El futuro no está escrito porque sólo el pueblo puede escribirlo".

CruzadoC

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